jueves, 18 de febrero de 2010

"De cuando los dragones bailaban con las sirenas", un libro para el reencuentro consigo mismo


Comienza la presentación del libro de Neomar Behtencort

Tal y como estaba previsto la Sala Cultural Nueva Gala se llenó de versos y de bellas imágenes en la tarde del 18 de febrero. Versos salidos de la inspiración de Neomar Bethencort e interpretados con maestría por María José Ruiz que se fundieron, en la intimidad de la sala, con los montajes audiovisuales de Víctor Alija. Breves e intensos momentos que convirtieron esta presentación en uno instante muy ameno para todos los asistentes. Después, la ardua tarea de dedicar los ejemplares, ocupó al poeta durante más de una hora en la que estuvo rodeado de dos de sus cuatro sirenas inspiradoras. El director de la Compañía de Versos Anónimos le dedicó unas palabras que por su interés no nos resistimos a reproducir:


Intervención de Victor Alija:

Hoy no puedo dejar pasar: primero, la oportunidad de agradecer a Ginés y Bernardino, anfitriones de esta casa, este espacio estupendo que esta tarde nos prestan para encontrarnos en torno a Neomar. Segundo, agradeceros a todos los asistentes vuestra venida a esta reunión especial. Especial en muchos sentidos, por ser nuestro segundo acto público en esta iluminada y embelesadora ciudad de Granada, cuando hace apenas cuatro meses presentábamos Loto en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Especial, porque se trata hoy del reencuentro con las letras, después de varios años, del poeta Neomar Bethencort.

Cuando a finales de 2007 tuve la suerte de conocer a Neomar, nunca imaginé que las letras pudieran unir dos sueños distintos. No puedo por menos decir, y lo digo muy bajito, que cuando Neomar me contó que había publicado un poemario bajo un sello editorial canario algunos años hace, me dejó perplejo y sin palabras. Sin capacidad de reacción. No sé si saben ustedes, que aunque los poetas podamos desvelar una realidad maravillosa, o disfrazar otra realidad menos bella, poseemos un ego grande y en ocasiones vanidoso. “¿Otro poeta en mi grupo de amistades? ¿Alguien haciéndome sombra? No, no, y decididamente NO”.

Destino

Pero el destino a veces se forja caprichoso, elocuente también, y al poco tiempo de llegar a mis manos su libro Hoy me queda de ti, decidí animarlo a reencontrarse con las letras; consigo mismo, al fin y al cabo, pues qué hace un poeta escribiendo sino derramando las tristezas y las felicidades de su propia alma. Neomar retomó una vieja y olvidada carpeta de manuscritos, aquella voz que en algún momento se quedó enterrada, y le sacudió el tiempo, el quejido, el hambre… Y el poeta renació, como un Ave Fénix glorioso y brillante. Con una palabra nueva y el don de la vida de cuatro mujeres que le acompañaron – y le acompañan- hasta el día de hoy.

Fábula de tintes épicos

De cuando los dragones bailaban con las sirenas llegó con unos simples esbozos a CVA Ediciones, a La Compañía de Versos Anónimos. No obviemos, que la idea de Neomar es complicada aunque no nueva: usar la lírica para contar una historia. Recuerdo haberle dicho en alguna ocasión “Neomar, ¿no será que lo que tú quieres es escribir una novela?” Pero el no cesó en su empeño, y lo que hoy tenemos ante nosotros es (aunque a él mismo le dé miedo escucharlo) una fábula de tintes épicos excepcional. Quien se adentre en la lucha constante de estos dragones y estas sirenas hallará un mundo de imágenes impactantes, una riqueza visual teñida de azules y de añiles. Y no podrá evitar que las páginas de este libro, se conviertan en un espejo certero que nos descubra el pasado que olvidamos, y nos ilumine el presente que nos abre la puerta del mañana. No en vano Neomar habla de aquello que rige nuestras vidas: el amor. El amor naciente, el amor dolido, el cruel, el inesperado, el obligado o el que se reencuentra. En definitiva, la historia infinita entre el hombre y la mujer.

Neomar, Víctor y María José

De cuando los dragones bailaban con las sirenas es un libro para ser leído detenida y pausadamente. Necesita de la soledad y del alimento del silencio de cada uno de nosotros. Hoy además, tenemos la dicha de escuchar los poemas de este libro no solo en la voz del poeta, sino también en las voces prestadas –casi arrebatadas- de María José Ruiz, ilustradora del poemario, de Manuela Fernández, amiga exquisita y corazón indispensable en el recital de hoy, y la de un servidor que les habla. No quiero tampoco terminar mis palabras de esta tarde, sin agradecer precisamente a María José el trabajo arduo y conciso que ha hecho a través de los manuscritos de Neomar. Sus ilustraciones son el reflejo fiel de esta historia trenzada por el poeta a través de las vivencias de, como ya dije antes, las mujeres que acompañan a Neomar.

Señoras y señores, lectores fieles de La Compañía de Versos, hoy vestimos elegante el día dieciocho de febrero, para dar la bienvenida a Neomar Bethencort en esta familia de poetas y escritores que crece poco a poco para demostrar que la poesía vive por encima de la herrumbre de las voces de sus detractores. Vosotros sois la muestra más fidedigna del triunfo –hoy- de Neomar y su De cuando los dragones bailaban con las sirenas.

Muchas gracias.

Ver Galería de Imágenes: (Si desea oir el tema musical una vez iniciada la presentación pulse en el icono de sonido)

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